El "padre" de los survival horror
Alone in the Dark es un referente en el mundo de los videojuegos, ya que se considera todo un precursor del género del survival horror que luego nos ha dado grandes sagas como Resident Evil o Silent Hill. No solo eso, a pesar de sus años es una de las trilogías de terror más inquietantes de la historia.
Entrando en la casa del terror
Alone in the Dark: The Trilogy 1 + 2 + 3 incluye los tres juegos originales de la saga de Infogrames, que se publicaron entre 1992 y 1994. Este pack los muestra tal como se concibieron en los 90.
El mejor de la saga es el primero, en el que investigaremos junto a Emily Hartwood o Edward Carnby (eliges a uno de los dos al principio). Con una inspiración clara en las historias de H.P. Lovecraft, Alone in the Dark nos transporta a los años 20 para que investiguemos los extraños sucesos de una mansión situada en Louisiana. La casa está plagada de misterios en forma de documentos que revelan qué sucedió así como diferentes apariciones sobrenaturales contra las que tendremos que luchar.
En Alone in the Dark 2 recuperamos el personaje del detective Edward Carnby. Esta vez la acción se sitúa en una casa de Hell's Kitchen (Nueva York), donde el personaje investigará la desaparición de una niña. Pero nada es lo que parece y de nuevo las presencias extrañas harán su aparición.
Por último, en Alone in the Dark 3 y de nuevo en la piel de Carnby investigaremos la desaparición del equipo de rodaje de una película de cine en un pueblo fantasma llamado Slaughter Gulch, en medio del desierto de Mojave en California. Entre los desaparecidos del equipo se encuentra Emily Hartwood protagonista de la primera parte.
Puzles desafiantes y estética malsana
La mecánica de los tres Alone in the Dark combina la exploración de los escenarios del juego con la recolección de pistas y la resolución de puzles. Además, será importante guardar en el inventario los objetos que encontremos, ya que nos pueden servir como armas en el momento que nos crucemos con los enemigos.
Alone in the Dark 1 tiene una resolución no lineal: investigamos la casa a nuestras anchas e iremos desvelando poco a poco sus misterios (procurando no morir presa de los monstruos). En cambio, aunque su mapa es más grande, tanto AITD 2 y 3 cuentan con un desarrollo mucho más lineal y cerrado.
Lo que sí que comparten los tres juegos es el gran desafío que suponen algunos de los puzles a resolver así como la estética malsana de cada pantalla. Puede que entrados en el siglo XXI los gráficos de la saga ya no impresionen como en los 90, pero siguen causando inquietud por la grandeza de su estética "lovecraftiana" y la buena utilización de su banda sonora.
Un clásico que nunca nos importa repetir
Alone in the Dark es todo un referente en los juegos de terror. Solo por eso y proque sigue siendo un juego desafiante merece la pena rejugarlo ahora... Y si no tuviste la oportunidad de hacerlo en su día, ¡no sé a qué esperas!
